Cómo preparar tu jardín para el invierno

Si necesitas un motivo para asumir las tareas del cuidado del jardín en otoño, recuerda todo el placer que te ha proporcionado tu césped durante la primavera y el verano.

Si quieres obtener los mismos resultados en la próxima temporada de crecimiento, tómate el tiempo de preparar el césped y las áreas de plantación para los meses fríos que se avecinan. Es la mejor forma de que tu jardín tenga un buen comienzo cuando vuelvan las temperaturas cálidas.


Alimenta y fertiliza el suelo

El otoño es un momento crítico para que tu césped luzca más saludable el próximo año.

Comienza por eliminar las malezas de hoja ancha para minimizar la competencia entre las plantas por los nutrientes y el agua disponibles.

Después haz una prueba para comprobar el pH del suelo de tu césped: si el test revela una acidez excesiva, aplica cal de inmediato, ya que sus efectos no se manifiestan al momento. De lo contrario, si el suelo es demasiado alcalino, aplica azufre.

La prueba de suelos también te dirá si están compactados. De ser así, el otoño es el momento para una aireación de fondo que ayude a que los nutrientes lleguen a lo profundo de las raíces.

Después de la aireación, resiembra (si corresponde) y fertiliza. Si tienes césped de estación fría, el mejor momento para fertilizar es desde finales de verano hasta principios de otoño (a esto se le llama a veces “alimentación puente”).

Dado que estos tipos de césped son más activos durante los períodos de clima moderado (ni demasiado cálido ni demasiado frío), es justo en este momento cuando mejor funcionan los nutrientes que proporciona un fertilizante.

La fertilización promueve el crecimiento de las raíces y ayuda a que el césped se recupere del calor del verano, mientras se prepara para la siguiente temporada de crecimiento.


Cómo lidiar con las hojas secas

Cuando se trata de rastrillar las hojas secas, algunas personas optan por utilizar sopladores o apilar todas las hojas y tirarlas a la basura.

Las hojas secas se pueden reciclar para usarlas como compost.

Te propongo una opción mejor: antes de poner a dormir tu cortadora de césped para otro invierno, enciéndela (asegurándote de que el recogedor de césped esté acoplado) y pásala por sobre las hojas. Es como “aspirar” las hojas para limpiar tu jardín.

Después reserva las hojas trituradas para la pila de compost, que tiende a agotarse durante el invierno. Guarda las hojas trituradas en cubos de basura o en cualquier otro lugar que esté seco, y así las vas agregando a la pila, según las necesites.

También puedes usar las hojas desmenuzadas como mantillo para el jardín.

Triturar las hojas con la cortadora de césped las compactará. Asi que si te encuentras con el césped con más hojas de las que puedes aprovechar, no tendrás que usar tantas bolsas de basura.


Prepara el huerto

Después de cosechar tus frutas y flores, el cuidado del jardín durante el otoño debe estar entre las prioridades de tu agenda.

Los rotocultivadores pueden ayudar a controlar la maleza en los huertos.

Retira la materia vegetal vieja del jardín y colócala en su contenedor de compost. Dejarla sin más en el huerto es abrir la puerta a enfermedades en las plantas para la próxima temporada de crecimiento.

Es el momento para decidir si vas a pasar la rotativa por la tierra de tu jardín.

Algunos expertos sostienen que remover la tierra en exceso puede hacer más daño que bien. Por este motivo, algunos jardineros ponen su confianza en pequeños rotocultivadores para mantener bajas las malezas en los jardines de hortalizas.

El rotocultivo en otoño puede parecer prematuro, pero contribuye a que tu trabajo de jardinería sea mucho más fácil en primavera.

Si vas a rotocultivar el jardín, este es el momento de aplicar cal (si las pruebas de suelo indican que su pH es demasiado bajo).

Los efectos del encalado no se manifiestan sino hasta varios meses después. Por lo tanto, el encalado en primavera es demasiado tardío para la cosecha del año siguiente.

También tendrás que proteger la capa superior del suelo de los rigores del invierno. Aquí tienes dos opciones: puedes plantar un cultivo de cobertura para los canteros grandes o puedes aplicar un mantillo, que es más eficiente para las áreas más pequeñas.

No olvides que tendrás disponible una fuente de mantillo preparada con las hojas que rastrilles, o que tritures con la cortadora de césped.


Cuida las plantas perennes

Lo ideal es que los lechos de plantas perennes (aquellas que viven más de 2 años) se limpien y se cubran con mantillo, como parte de las labores de otoño en tu jardín.

También es un buen momento para eliminar los tallos y las hojas viejas.

De todos modos, tendrás que hacerlo en primavera, así que es mejor que vayas un paso adelante. Los arriates se verán más prolijos mientras tanto.

Sin embargo, si no puedes cubrir con mantillo los lechos de plantas más vivaces en el otoño, no limpies los tallos y hojas viejas que has cortado. Servirán como un mantillo improvisado, y proporcionarán un cierto grado de protección a las raíces de tus plantas perennes.

En otras palabras, la limpieza y el abono deben ir juntos: haz ambos o ninguno. Pero es mejor hacer ambas tareas para mantener tu jardín libre de enfermedades y bien aislado.


Prepara los árboles y arbustos para el hielo y las nevadas

Prepara para el invierno los pequeños arbustos caducifolios que tengan ramas frágiles de estructura inclinada o de cualquier otro tipo. Esto lo puedes hacer para mantener sus ramas a cubierto de las nevadas fuertes.

La tierra helada en invierno por lo general impide que la vegetación extraiga agua del suelo.

De todos modos, los arbustos de hoja caduca no ofrecen ningún interés en invierno, así que no se pierde nada desde el punto de vista visual si los cubres para protegerlos. Las plantas de hoja perenne, en cambio, son la piedra angular en la estética paisajística en época invernal.

Dejar los árboles y arbustos más grandes preparados para el invierno se logra, en buena medida, con sólo regarlos bastante en otoño. El daño invernal que sufren a menudo se debe a la incapacidad para extraer agua de la tierra helada.

Mi consejo es que evites regar los árboles a finales del verano o principios del otoño, antes de que caigan las hojas, para que puedan «endurecerse» antes del el invierno.

A finales del otoño, después de que los árboles de hoja caduca pierdan las hojas, pero antes de que el suelo se congele, dale a los árboles y arbustos de hoja perenne y caduca un último riego profundo para que les dure todo el invierno.

Recuerda regar debajo de toda el área de la copa y más allá, para cubrir toda el área de las raíces.

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